Este verano he leido EL RUISEÑOR, de Kristin Hannah.
Es una novela que vale la pena leer y que te atrapará hasta el final.
A pesar de la dureza de los acontecimientos, la historia se hace muy amena porque cada capitulo va alternando la historia de Vianne e Isabelle ambas hermanas de un pueblecito francés, cercano a Paris.
La historia comienza en 1939 y narra la invasión de Francia por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial. Constituye un gran homenaje a todos los que lucharon en la Resistencia Francesa contra los nazis.
La infancia y la adolescencia de las dos hermanas están marcadas por la falta de cariño por parte de su padre que las había enviado a unos internados y que mostraba gran desinterés por ellas. Pero la conducta del padre tiene una razón de ser como se verá más adelante ....
Al principio Vianne parece más débil que Isabelle que con sus 19 años sobresale por su heroísmo, coraje y unas ganas de luchar fuera de serie. Después se verá que las dos hermanas fueron muy valientes cada una con su forma de ser.
La historia es dura pero llegas a querer tanto a las protagonistas que se hace muy llevadera. Lo mismo ocurre con la trayectoria del padre y de otros personajes secundarios que no te dejarán indiferentes: Gaitan, Henri, Ari. ...
Hay unos capítulos narrados en primera persona por una de las hermanas en el tiempo real de 1995. La novela acaba con uno de estos capítulos de forma muy emotiva por lo que recomiendo tener unos kleenex a mano...
Kristin Hannah, la autora americana de esta inolvidable novela, afirma que hizo todo lo posible para no escribirla. Pero una vez que comenzó a sumergirse en el caso real de una joven que creó una ruta de escape para pilotos derribados en la Francia ocupada por los nazis, no hubo vuelta atrás.
"¿Arriesgaría yo, como esposa y madre, mi vida? y, lo que es mas importante, la vida de mi hijo, para salvar a un desconocido? Esa es la pregunta que se hizo Hannah y la pregunta que se esconde en el corazón de El Ruiseñor. como dice la novela, en el amor descubrimos quienes queremos ser; en la guerra descubrimos quienes somos en realidad. Y probablemente ni nosotros mismos sepamos lo que estaríamos dispuestos a hacer para sobrevivir.
