sábado, 29 de julio de 2017

LA SUSTANCIA DEL MAL, Luca D´Andrea


En una de las tapas del libro se dice :”No devoraras este libro. El te devorara a ti”. ¡Fue lo que me pasó a mi!.

Es cierto que los primeros capítulos de La sustancia del mal se me han hecho un poco confusos y pueden despistar. Pero,después, el libro va cogiendo fuerza y te lleva de un personaje a otro haciéndote creer que ese es el asesino. 
La historia esta narrada en primera persona por Jeremiah Salinger, un estadounidense que filma documentales para la televisión. Decide pasar una temporada junto a su familia en el pueblo tirolés del que procede su esposa. Allí se encuentra con una brutal historia ocurrida treinta años atrás : en 1985, durante una terrible tormenta, tres jóvenes son brutalmente asesinados y mutilados en el Bletterbach, un enorme cañón tirolés reconocido como Patrimonio Mundial de Unesco. 

La obsesión por averiguar que pasó en ese lugar la sabe transmitir muy bien Salinger en primera persona y asi te impregna de sus emociones que D´Andrea sabe describir magistralmente. 

Salinger empieza a investigar pero el mismo es presa de un estrés postraumático debido a un accidente que había tenido y del que se quiere recuperar durante esa temporada en el pueblecito tirolés. Salinger lleva dentro una gran ansiedad por descubrir lo que pasó en ese lugar y la transmite al lector envolviéndole en una atmósfera bastante terrorífica. 

En un lugar tan claustrofobico en el que la nieve es otro de los protagonistas, algunos de los personajes se dan a la bebida y sufren los consecuencias que produce el alcohol.

Me gusta el matrimonio Salinger-Anelisse. Tienen sus crisis, pero rectifican mostrando que con el perdón y por su hija  se puede salir adelante. 

Todos los personajes del pueblo que va conociendo Salinger son sospechosos. Sin embargo, como pasa en estas novelas, el final es inesperado. 

D'Andrea fue guionista de la serie documental Mountain Heroes sobre el equipo de rescate alpino, que inspiró La sustancia del mal. El mismo documental que rueda el protagonista.

D´Andrea logra también una ambientación excepcional, muy visual, gracias a su propia experiencia. El escritor vive en Bolzano, a veinte kilómetros de la zona y conoce bien la esencia del Bletterbach. 








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